EXPERIMENTANDO CON EL MISTERIO

Estas fechas son muy propicias para hablar de temas misteriosos. Por ese motivo rescatamos esta entrevista que realizamos en noviembre de 2022 a Luis V., un experimentador del misterio que nos contó algunas de las vivencias que ha tenido en los años que lleva haciéndose preguntas sobre los fenómenos extraños que suceden a nuestro alrededor.

Fue una charla muy interesante y que nos dejó algunas experiencias que dan que pensar sobre estos temas aún desconocidos.

 

Hola Luis. ¿Cómo empezaste a interesarte en el tema de los fenómenos paranormales?

Pues empecé escuchando programas en la radio (La Rosa de los Vientos de Juan Antonio Cebrían, Espacio en Blanco con Miguel Blanco, Milenio 3 con Íker Jímenez) que hablaban de estos temas y me parecían realmente curiosos e interesantes. Además, en casa había algunos libros que introducían estos temas. Más tarde, comencé a hacer salidas a algunos lugares en los que se decían que pasaban cosas extrañas y a ir poco a poco haciendo grabaciones y experimentando.

 

 

Después de estar como oyente y lector de estos temas, das el salto y vas en busca de los fenómenos. ¿Cómo se hace una investigación?

En mi caso creo que más que investigar, lo que hago es experimentar, ya que voy a los lugares, realizo grabaciones con diferentes dispositivos (solo o en compañía de otros amigos) e intento realizar algunas pruebas con el objetivo de tener algún tipo de interacción inteligente con los posibles fenómenos de estos lugares.

 

Algunas de estas pruebas son, por ejemplo, poner cajas de diferentes materiales con objetos dentro y tratar de ver si las posibles entidades que pueda haber son capaces de referirse a esos objetos, o también llevar pequeñas piedras de colores que se dejan dentro de una caja para ver si las posibles entidades son capaces de manipular los objetos y moverlos.

Fotografía  © @VilFuturismo7
Fotografía © @VilFuturismo7

Volviendo a la pregunta, lo primero que se hace es elegir el sitio a visitar y, si no se ha estado nunca, hay que tratar de llegar con la luz del día para hacer un primer reconocimiento y ver qué precauciones y consideraciones debemos tomar. Generalmente, los lugares a los que se va no están en un estado demasiado bueno y eso puede generar situaciones de peligro (caídas, golpes, etc.).

 

También hay que controlar el entorno. Ruidos que hay, animales que pueden confundirse con fenómenos (pájaros, murciélagos, perros...), si hay casas habitadas en las proximidades y, esto es conveniente tenerlo en cuenta, ver si hay algún asentamiento o gente viviendo en el propio lugar.

 

Una vez reconocido el lugar y controlados los puntos de riesgo, lo mejor es recorrerlo con tranquilidad para tratar de sentirlo. Podemos "presentarnos" a los "posibles habitantes" del sitio (dirigiéndonos siempre con respeto) y una vez hecho esto, ir seleccionando puntos en los que, ya sea por estar bien protegidos de condiciones climáticas (lluvia o frío), porque se pueden controlar mejor las condiciones de grabación o porque tengan cierta carga de sensaciones, hagamos base para empezar con las experimentaciones y grabaciones.

 

En este momento ya empezaríamos a montar los dispositivos que se utilicen (grabadoras, cámaras de video, ordenador con micrófono y altavoces cuando se llevan para analizar en el mismo lugar, detectores de movimientos, etc.) y se procedería a comenzar la experimentación.

 

Es importante que las personas que estén guarden silencio y avisen en voz alta de ruidos externos (ladridos, pájaros, coches) y también de los que se produzcan en el espacio de investigación/experimentación (toses, ruidos de tripas, roces de ropa, movimientos...), ya que esto ayudará a explicar esos sonidos cuando se revisen los archivos y se descartarán por tener una explicación.

 

El control del perímetro para evitar intrusiones de personas físicas que puedan contaminar los resultados suele hacerse con sensores de movimiento como los que tienen en algunas tiendas al entrar los clientes. Lo curioso es que estos dispositivos a veces saltan sin que haya nadie físico y visible delante... Cuando esto sucede, se suele cambiar el detector que ha sonado por otro, para ver si es algún fallo. La cosa se empieza a poner extraña cuando el nuevo detector suena en el mismo punto. Hubo una ocasión en la que probamos cambiando hasta 4 veces de sensor de movimientos y siempre sonaba el que se ponía delante de una puerta, mientras que los que se retiraban y se ponían en otro lugar no lo hacían.

Fotografía  © @VilFuturismo7
Fotografía © @VilFuturismo7
Fotografía  © @VilFuturismo7
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Dentro de las experimentaciones, ahí ya depende de lo que se quiera ir utilizando. Hay herramientas más tecnológicas para tratar de obtener evidencias (dispositivos de grabación, sensores, ordenadores, medidores de campos electromagnéticos, generadores de palabras aleatorias, etc.), otras que podríamos llamar elementos desencadenantes (sería todo aquello que pueda llamar la atención o esté vinculado al lugar como juguetes, monedas, fotos, canciones, etc.) y, también entrarían en acción otros métodos como el péndulo, la tabla ouija, las cartas...

 

Esto último suele ir más ligado a personas con cierta sensibilidad y conexión con el otro lado. He tenido la oportunidad de estar en varias ocasiones con personas que tienen estas capacidades y tanto los datos que aportan como las cosas que suceden en ocasiones cuando están, van más allá de la casualidad y de lo fácilmente explicable.

 

Todo esto sería la parte de la experimentación en el lugar. A partir de aquí comienza la segunda parte que sería todo el trabajo a realizar en casa: revisar los archivos de las grabaciones lleva tiempo para poder analizarlos lo mejor posible (bastantes horas por lo general).

 

Para esta parte de análisis es recomendable dividir las tareas y compartir con personas de confianza (y que tengan experiencia) algunos de los archivos en los que tengamos dudas de si puede haber algo anómalo. Hay gente muy buena en fotografía y en sonido que puede aportar y dar más valor a los registros si, desde su punto de vista y experiencia, no logran descartar un registro. Digo no descartar, porque no poder explicar algo no significa que podamos dar ya por sentado que sea algo extraño. De hecho, dentro de los múltiples registros que he obtenido o me han compartido, sólo son una porcentaje pequeño los que me dejan desconcertado.

 

 

¿Has experimentado alguna vez un evento al que no hayas podido dar explicación? ¿Cuál?

Sí, varios. Hay un fenómeno que se ha producido en varios emplazamientos y que es muy inquietante cuando lo escuchas en vivo: escuchar pasos y movimiento en sitios en los que sabes que no hay nadie.

 

Recientemente, en la planta superior de un edificio se escuchó perfectamente como algo iba andando y moviéndose de una zona a otra hasta acercarse a unas escaleras. Ahí se dejaron de escuchar. Estábamos en un edificio cuatro personas juntas en el mismo espacio y todos lo escuchamos y quedó reflejado además en la grabación. Puedo garantizar que no había personas físicas arriba. ¿Qué era? Lo desconozco, pero algo paseó por allí.

 

Los pasos impactan, pero quizás lo más inquietante fue tener una figura negra de forma alargada a escasos centímetros. Estaba al final de un pasillo recogiendo los dispositivos utilizados en una experimentación porque nos íbamos. No llevaba luz y desde el otro lado del pasillo me estaban alumbrando con una linterna para que pudiera ver. Recogí todo y al darme la vuelta para ir con mis compañeros, una cosa negra alargada se puso delante. En un primer momento pensé que podría ser mi bufanda y fui a cogerlo, pero recordé que a estos sitios por seguridad llevo mejor una braga de cuello y no bufanda y me quedé quieto. Aquella mancha se fue hacia mi derecha y entró en otro cuarto. Miré a los compañeros y reaccioné entrando a la sala donde había ido esa cosa oscura. No había nada ni nadie. Volví al pasillo y pregunté si habían visto algo y la persona que tenía la linterna también lo vio. Dijo que había bajado atravesando el techo, que se puso delante mio (ella me dejó de ver) y se marchó despacio hacia el cuarto.

 

No sé que fue, pero esa figura negra, cuando estuvo delante mío, no me dejaba ver el otro lado del pasillo y era de un negro que parecía tragarse la luz.

 

Otra experiencia curiosa fue estando en un hotel una madrugada de febrero. Habíamos ido avisados por un empleado y la noche apenas había tenido un par de situaciones que podrían hacernos dudar y, al igual que en lo anterior, el fenómeno extraño hizo acto de presencia cuando estábamos recogiendo. Disponíamos de una habitación para dejar los equipos a modo de campo base y, mientras estábamos tres personas sentadas tomando un refresco y comentando la noche, golpearon tres veces a la puerta. Pensando que podría ser el empleado que nos contactó o quizás algún huésped molesto con nuestra charla a esas horas, abrimos la puerta, pero al otro lado no había nadie. Mientras cerramos la puerta, se escucharon perfectamente una especie de risas burlonas como de niños que han hecho una travesura. La persona que estaba cerrando la puerta abrió de nuevo y salió al pasillo a mirar: no había nadie y no se escuchó ningún ruido de puertas, ni moverse alguien por pasillos y escaleras.

 

Fue desconcertante porque cuando nos contactaron nos comentaron que tenían múltiples quejas de clientes que decían que les molestaban niños en la madrugada (así como también el sonido de una campanilla...).

 

Recuerdo la noche porque estábamos en febrero en el fin de semana de San Valentín. Le preguntamos al empleado si había niños alojados y... ¡no había ninguno esa noche! Por lo menos ninguno de este plano, porque las risas eran claramente de niños.

 

Por último, diría que extrañas y difíciles de explicar son las voces y sonidos que se registran en los dispositivos de grabación de audio (las psicofonías o parafonías). Son varias las voces que se han registrado en diferentes enclaves y que puedo asegurar que no pertenecen a nadie de los presentes. Y no hablo de sonidos que parecen voces o son difíciles de entender, si no de aquellas que entran claras, que a veces son conversaciones entre varias entidades, que en otras ocasiones responden a preguntas lanzadas antes de haber formulado la propia pregunta y, por supuesto, aquellas voces que llaman a los experimentadores por su nombre o aportan detalles históricos del lugar.

 

Por hablar de alguna curiosa captada, hay una en Belchite que mientras estamos dos personas (hombres los dos) comentando si nos vamos a otra zona, pregunta "¿todavía estáis ahí?" y es una voz de mujer. No había nadie alrededor.

 

Otra curiosa fue cuando una sensitiva está diciendo que en una zona hay una mujer que nos observa, pero no quiere entrar al lugar en el que estamos. La sensitiva refiere que la mujer le habla. Todo eso quedó registrado en un audio y, lo curioso, es que además de la voz de esta persona sensitiva se escucha a otra mujer más cerca de la grabadora. Ese mismo día, mientras estábamos en una sala, estuvieron cada dos por tres llamando a una puerta con golpes. Y no había nadie fuera.

 

Respecto a los golpes, pienso también en otra noche en la que uno de los presentes pidió repetir los golpes que él daba en una pared. Daba un golpe y al poco respondían con un golpe en la lejanía. Daba dos, respondían con dos. Dejó de golpear por si era el eco y pidió que dieran un golpe. De nuevo se pudo escuchar un golpe. Pidió dos, otra vez sin golpear y sonaron dos. Se estuvo así un buen rato hasta que los golpes lejanos dejaron de sonar. Minutos más tarde, mientras seguíamos en la misma sala comentando lo sucedido, algo golpeó fuerte en la pared desde el lado del pasillo. Además del sonido del golpe, se notó la vibración. Salimos al pasillo y no había nadie. Y aunque no hubiéramos salido ya sabíamos que no había nadie, pues en ese lugar las paredes están en muchas zonas caídas y se podía ver el acceso de las escaleras a nuestra estancia. Si hubiera sido alguna persona de carne y hueso, la habríamos visto entrar o salir.

Fotografía  © @VilFuturismo7
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Estos temas del misterio generan debates y no siempre se ven con buenos ojos. ¿Hay seriedad y rigor en los investigadores?

Realmente hay de todo, como en la mayoría de ámbitos y sectores. Por desgracia, mucho de lo que se ve en medios de comunicación masivos o aquello que se hace más viral suelen ser cosas que más que por lo extraño de los fenómenos se hace famoso por lo peculiar del personaje que sale, por lo ridículo de la investigación o por ser un burdo montaje. Son cosas que dañan la imagen y la credibilidad de estos temas.

 

Afortunadamente, también hay gente que se acerca a este mundo con respeto, seriedad y metodología. Para empezar, saben usar los dispositivos que llevan y tratan de interpretar los resultados que obtienen desde un punto de vista más científico. Controlan también las condiciones de registro para no contaminar las grabaciones y poder descartar cosas explicables. Y, después de registrar y experimentar, analizan con tranquilidad y tiempo lo obtenido. Estos no suelen publicar masivamente contenidos porque no andan buscando notoriedad personal, ni fama en redes sociales. Hace unos años hubo un boom de pseudoinvestigadores del misterio porque era la moda, todos buscando generar contenidos y conseguir seguidores y me gusta. Anteponían eso a cualquier otro tipo de búsqueda. Al que de verdad le interesa el misterio, busca tratar de entender los fenómenos, no fans.

 

 

¿Piensas que la ciencia tradicional debe abordar el estudio de los fenómenos paranormales?

Por supuesto. Una colaboración más estrecha y multidisciplinar siempre es interesante. Para ello hay que tener la mente abierta. Alguien escéptico que niegue por sistema todo no va a aportar nada, como tampoco lo hará el que crea que hay algo paranormal detrás de cada cosa que ocurre. La sugestión y las malas interpretaciones pueden confundir en muchas ocasiones algo tan normal como el maullido de un gato con el llanto de un bebé.

 

La ciencia y la tecnología nos aportan teorías y herramientas que podemos trasladar al campo de la experimentación paranormal. Y, pensando en el caso de personas sensitivas o con capacidades, una buena investigación científica podría, por un lado corroborar con mediciones y registros lo que están personas dicen ver, oír, sentir, recibir y, por otra parte, puede servir para poner a prueba sus capacidades. Y por qué no, potenciarlas. Uri Geller fue un personaje muy conocido como psíquico con poderes, pero en España también tenemos el caso de Mónica Nieto.

 

Esta chica, que también doblaba objetos con la mente, fue estudiada y puesta a prueba con diferentes retos. Tuvo resultados más que notables en precognición, telepatía y clarividencia, llegando en algunas ocasiones al 100% de aciertos. Cansada y quizás harta de tener que demostrar su realidad, se retiró de investigadores y medios.

 

En las experimentaciones en las que participo, pienso que las sensaciones de las personas pueden aportar algo más a los registros obtenidos con la tecnología. Incluso diría que ciertas personas tienen algo que ayuda a que los fenómenos puedan producirse.

 

Hace unos meses intenté una experimentación conjunta entre un grupo de sensitivas y otro grupo que se ayudaba de la tecnología grabando con un ordenador y escuchando las grabaciones a continuación en el propio lugar. Por condiciones del momento no se pudo hacer como estaba pensado, pero espero poder intentar de nuevo algo parecido.

 

También he podido participar en alguna experimentación con científicos interesados en estos temas y con expertos en sonido y fotografía, viendo en acción herramientas más potentes que permitían experimentar con sonidos, números aleatorios o sensores de gases. Resulta curioso cuando gente experta en un campo se queda extrañada ante lecturas o resultados anómalos.

Fotografía  © @VilFuturismo7
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¿Existe algún peligro real en la investigación de los fenómenos paranormales?

Sí, existen. Algunos son los propios del lugar al que vas, ya que no están en las mejores condiciones y puedes sufrir caídas, golpes o pincharte con clavos oxidados. También están los animales. Los perros asilvestrados pueden darte un buen susto, al igual que la fauna salvaje. De estos últimos, cuidado con los jabalíes. Están en muchos sitios y son muy peligrosos.

 

No nos podemos olvidar de las propias personas. Durante una salida a un lugar muy próximo a Alhama de Murcia, un grupo de personas estuvo merodeando para tratar de robar materiales y equipo. Le ha pasado a conocidos en otros lugares también. Puedes encontrarte asentamientos de personas que habitan en esos emplazamientos y a veces algunos enclaves están en zonas poco recomendadas. Hay que tener cuidado y tomar precauciones.

 

En este aspecto de peligros venidos por parte del ser humano, están también aquellos que se dedican a hacer rituales de corte oscuro y demoníaco. Un amigo y compañero de experimentaciones se encontró en un antiguo sanatorio de la sierra madrileña a un grupo de personas encapuchadas que le dijeron que mejor se fuera porque iba a estar muy cargado el lugar...

 

Estos rituales con velas, alcohol o incluso con restos de animales se encuentran con frecuencia en sitios con leyendas y misterio, sobre todo en fechas próximas al 31 de octubre...

 

Y hay personas que refieren haber sido atacadas por el propio fenómeno, es decir, que han sufrido golpes o empujones violentos, tirones de pelo o que presentan incluso marcas, quemaduras o heridas en la piel. Es difícil poder explicarlos y en un par de ocasiones he podido ver algo parecido a quemaduras/rojeces en la piel surgidas de forma espontánea.

 

En esta línea de peligros de origen extraño y sin una causa aparentemente explicable, podría incluirse también que alguna energía se apegue a las personas que visitan estos lugares y tenga algunos contratiempos en los días posteriores en sus actividades cotidianas.

 

Respecto a esto último que comento, podríamos decir que el miedo y la sugestión son condicionantes peligrosos. Si algunos interpretan cualquier cosa como extraña o se obsesionan, podrían sufrir un impacto emocional elevado durante la experimentación o incluso en los días siguientes. En estos casos, mejor evitar exponerse a riesgos innecesarios.

Fotografía  © @VilFuturismo7
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¿Y cómo explicarías los fenómenos paranormales a alguien que no cree en ellos?

Es difícil mantener una conversación con alguien que no cree en los fenómenos y no se plantea de ningún modo que puedan pasar cosas de este tipo, al igual que lo es también con un creyente acérrimo que le atribuye causa paranormal a todo.

 

Más que tratar de explicar desde mi experiencia o con los conocimientos aportados en las investigaciones y estudios de personas que se dedican al misterio de forma seria y con rigor, lo que suelo es proponer a los escépticos acompañarme a alguno de estos lugares. Por tres cuestiones.

 

La primera es que muchas veces hay una respuesta en la que dejan entrever que más que no creer, es que no se quiere creer. "No voy, no sea que pase algo". Por diferentes motivaciones, hay personas que prefieren negar el fenómeno paranormal antes que tener que replantearse sus propias creencias.

 

La segunda es porque poder ver en acción una experimentación / investigación quita de la cabeza muchos tópicos equivocados. En general se intenta ser riguroso, se tiene una metodología y se utilizan diferentes dispositivos para tratar de captar evidencias de situaciones anómalas, sin buscar interpretaciones locas como en los espectáculos que se suelen ver en programas de televisión. Esto también permite estar de primera mano y ver, sentir y experimentar, pudiendo tener más argumentos para opinar. En estas salidas hay días que pueden pasar cosas que desconcierten (golpes, sonidos, registro de grabaciones con posibles voces, registro de datos anómalos, dispositivos que se encienden solos...) y hay días en los que no pasa nada destacable.

 

La tercera cuestión es algo ya más personal. Cuando se está metido en la experimentación, puedes encerrarte un poco en tus percepciones y pensamientos y de nuevo la sugestión con compañeros puede jugar malas pasadas. Tener una persona con otra mentalidad e incluso contraria a creer en los fenómenos, de primeras puede ayudarte a buscar más explicaciones y ampliar la propia perspectiva de forma racional, pero también te puede aportar un punto más de validez cuando ves que son ellos los que, estando presentes, manifiestan estar desconcertados o incluso captan registros si se animan a probar. Resulta muy impresionante haber hecho una sesión de preguntas aleatorias, grabando con un ordenador, controlando el turno de preguntas y los sonidos que se meten durante la sesión y, a continuación, cuando se realiza la escucha en el propio lugar, percibir voces que no pertenecen a nadie de los presentes y que incluso llegan a contestar a las preguntas lanzadas. La cara de alguien que no creía en los fenómenos y los experimenta, no se olvida.

Fotografía  © @VilFuturismo7
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Y después de todo este tiempo experimentando e investigando, ¿has llegado a alguna conclusión sobre los fenómenos paranormales?

Hay fenómenos extraños, sin duda. ¿Qué son? Me costaría mucho poder dar una explicación. Empecé motivado por la curiosidad y buscando respuestas, pero diría que quizás he encontrado más preguntas que hacerme.

 

Si que apuntaría a que hay algo más en la vida que se nos escapa a nuestro conocimiento actual y que parece indicar que algo de nosotros perdura (algo que puede que ya estuviera antes de llegar nosotros en este mundo y que sea parte de algo más grande).

 

Quizás nuestros antepasados supieran algo más cuando hablaban del alma y su supervivencia tras la muerte... Quizás no sean solo mitos y leyendas esas historias de apariciones que llevan contándose desde la antigüedad... Quizás ciertas filosofías, religiones y corrientes de pensamiento no vayan tan desencaminadas al plantear un más allá... Quizás un día sepamos más.


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